En muchas ocasiones se utilizan indistintamente estos conceptos. Mezclamos sin ser conscientes de ello, el concepto de Empresa Familiar y Familia Empresaria.
En realidad, el significante es muy parecido pero el significado y concepto tiene connotaciones muy diferentes. Es lo que tiene la utilización de sustantivos y adjetivos, del orden en que los ponemos y la forma que adopta cada palabra en el contexto.
Estamos acostumbrados a hablar de Empresas Familiares. Diríamos que es una tipología más, dentro de la diversidad de las empresas.
¿Qué se entiende por Empresa familiar?
Entendemos aquellas empresas que tienen una personalidad jurídica propia, con una Misión y Visión mejor o peor definidas, pero está claro, que es un ente propio.
Al añadirle el adjetivo de Familiar decimos y explicamos un matiz importante, que delante de la empresa o detrás hay una familia.
Esa familia u otra anterior fue la que la puso en marcha, la creó.
Miembros de la familia son propietarios, algunos miembros participan en la gestión y otros miembros administran el futuro y la supervivencia de la empresa.
Hablamos de miembros que participan en las tres características de una típica definición de Empresa Familiar.
A estas alturas, habrás deducido que, según las familias y la extensión de las mismas, algunas veces sólo una persona se ocupa de las tres funciones o varias personas se ocupan de todas ellos o alguna de todas.
Todo un mundo de mix, alternativas, combinaciones que hacen que las Empresas Familiares tengan esa dificultad adicional en la gestión, en su propia definición y en sus estrategias a largo plazo.
¿Qué se entiende por Familia Empresaria?
Por otra parte, cuando hablamos de Familia Empresaria, ponemos el foco no tanto en la Empresa, sino en la Familia.
El sujeto importante en este concepto es LA FAMILIA, cuya descripción de “EMPRESARIA” nos avisa, que dicha familia además de realizar funciones como todas las familias (Crianza, Alimentación, Educación, Inserción Social…) tiene una finalidad, una Misión adicional, que es la de Gestionar el Negocio/s o Empresa/s.
Estas Familias Empresarias invierten mucha energía y dedicación, no solo a lo que hacen el resto de familias, sino a la gestión del patrimonio y negocios de la misma familia.
Y esta, según mi punto de vista, es la auténtica diferencia.
Cuando hablamos de Empresa Familiar hablamos de un ente con personalidad propia y una familia a su alrededor; mientras que cuando hablamos de Familia Empresaria, es la Familia la que es sustancial, la importante, el centro de su realidad y los negocios y empresas están alrededor.
En las Empresas Familiares en ocasiones, parece ser que ya está todo definido y decidido.
Las personas de la familia que trabajan en dicha empresa, a medida que la empresa va ganando años, son conscientes que deben de ocuparse de aquellas tareas y trabajos que aporten más a la empresa.
Podríamos decir que está ya todo definido, y se deben de preocupar al igual que las demás empresas de ir actualizando los planes estratégicos y la misión y visión de la misma.
En cuanto a las Familias Empresarias parece que es todo más cambiante.
Las Familias Empresarias tienen como primera misión, implícita o explícitamente, el gestionar, salvaguardar y potenciar el patrimonio familiar.
Ello implica realizar un buen plan de diversificación de riesgos y de búsqueda de posibilidades de inversión que les de la máxima rentabilidad a su patrimonio.
Los que nos identifiquemos dentro de este juego de palabras, en ocasiones no sabremos posicionarnos como Empresa Familiar o Familia Empresaria.
Conclusión
Desde mi opinión, uno se siente empresa familiar cuando tiene claramente identificado un proyecto empresarial, donde pondrá como núcleo de su trabajo la empresa, la misión y visión de la misma, el plan estratégico de ella, los planes de crecimiento y rentabilidad que vayan totalmente alineados con el proyecto.
En ocasiones piensa que la Empresa Familiar es como un hijo más.
Por otra parte, es Familia Empresaria cuando no se debe a ninguna idea en exclusiva, a ningún proyecto familiar, a ningún camino sin cambio sino más bien a la gestión de un patrimonio familiar, que sabe que deberá cambiar, seguir, posponer y replanificar cualquier proyecto empresarial en pro de la rentabilidad de su patrimonio y el posicionamiento del mismo para rentabilidades futuras.
Cuando uno es Familia Empresaria, sabe que no tiene ningún proyecto en exclusiva y menos aún un proyecto que comprometa todo su capital o capacidad de endeudamiento.
El proyecto de la Familia Empresaria es la adecuada gestión de su patrimonio independientemente a lo que se tengan que dedicar laboralmente los miembros de la familia.
Espero haber aportado luz en estos conceptos que tantas veces utilizamos de forma mezclada e indiscriminada.
Saludos.
