Hay muchos empresarios que se hacen esta pregunta y no le encuentran la respuesta.
¿Qué ha pasado, qué veo que mi hijo no quiere enrolarse en la empresa familiar? ¿Qué ha fallado? ¿Qué he hecho mal?
Para nada hay que tomárselo de esa manera.
Tenemos que partir de la base que Empresa Familiar y Familia no tienen por qué ir en el mismo barco. Es cierto que se retroalimentan y una sostiene el desarrollo y alimentación de la otra, pero querer entenderlo como que todas las personas que forman parte de la familia deben también participar en la empresa, es querer construir una realidad en nuestra cabeza que antes o después, nos puede llevar a la frustración.
A lo largo del articulo veremos las principales causas que hacen que los hijos declinen el incorporarse a la empresa o no encontrar el momento idóneo.
Veremos también los puntos básicos que tenemos que dilucidar entre ambas partes antes de que un hijo ponga un pie en la empresa. Posteriormente veremos las condiciones sin excepción alguna que se deberían cumplir a la hora de ingresar en la empresa y por último plasmaremos unas ideas para realizar un Plan de Desarrollo en la empresa a lo largo del primer año.
Antes de seguir con el artículo me gustará dejar claro que lo que vas a leer son mis ideas y mi punto de vista.
No es la verdad absoluta ni lo pretendo. Persigo que está lectura te ayude a la hora de pensar en tu situación empresarial y te aporte ideas para poder proceder con los tuyos.
Causas por las cuales los hijos declinan o retrasan la entrada en la Empresa Familiar
Las causas mayoritarias que podemos encontrar por las cuales, muchos hijos no están entrando en las empresas familiares, se pueden enumerar en los siguientes puntos:
- Cambio cultural y generacional con respecto a los padres y abuelos, persiguiendo unas metas más sofisticadas que a priori la empresa familiar no le puede satisfacer
- Expectativas de desarrollo profesional inalcanzables dentro de la Empresa Familiar
- Hartazgo de la mezcla entre el ámbito empresarial y familiar desde pequeños, queriendo ya poner una barrera, para que su vida particular no este embarrullada y salpicada todos los días del año con la marcha y los líos diarios de la empresa familiar
- Mala comunicación con padres, hermanos y otros miembros de la familia que trabajen en la empresa
- Miedo a no cumplir las expectativas que la familia ha podido construir o depositar en él
No verse reflejado ni identificado con los Valores de la Empresa Familiar, del Clan Familiar o del Fundador.
En mi opinión estas causas son las de gran calado y que muchas veces son difíciles de comunicar por un hijo a sus padres.
El hijo puede pensar que el comunicar estas causas puede ser algo violento con la familia y en ocasiones lo disfraza con otras causas de menor enjundia, pero más entendibles por la familia y los demás
Otras causas que podemos encontrar son:
- Razones económicas y expectativas salariales
- Horarios y posibilidades de compaginación con otras actividades
- Por razones de estudios y desarrollo de carrera
- Etc…
Recuerda, razones pueden ser muchas y lo serán, pero no menos cierto es, que se suelen dar razones fácilmente explicables y entendibles y dejar tapadas y en el interior de las personas aquellas razones de mayor calado que están ligadas principalmente al ambiente familiar, los sentimientos y la relación hacía los padres y hermanos.
Puntos básicos antes de que el hijo empiece a colaborar con la empresa
Antes de trabajar en la empresa, creo que es importante sentarnos con nuestro hijo y entre ambos, aclarar y dejar explícitamente tratados unos puntos. Como responsables de la empresa y padres debemos de hablar de estos temas que más adelante enumeraremos.
Por parte de nuestro hijo, sería una especie de prueba de madurez para que nuestro hijo verbalice lo que desea y puede aportar a la compañía.
Por nuestra parte, veremos, qué podemos esperar de él y en que podemos ayudarle.
En este punto 2, se trata de que él como “candidato” y nosotros como empresa, hablemos de expectativas, para en una fase posterior, ver cómo acercarnos a esas expectativas de forma mutua.
En esta fase va de escucharse y pensar cómo va a ser la colaboración del primer año de nuestro hijo en la empresa, con la finalidad, de que sea exitosa para él y para la empresa. No se trata de que sea relajada, tendrá que trabajar cómo todos, pero nosotros como Empresa Familiar estamos aquí dándole la bienvenida a un hijo para sumarlo al proyecto y no hacer las cosas más difíciles de lo que ya son en ocasiones.
En este punto nos interesa saber (que el verbalice) lo siguiente:
Saber cuáles son sus puntos de interés.
Que realmente le interesa en la vida, en que quiere desarrollarse en el mundo de la empresa, en que Área. Donde le gustaría llegar para que tome esta experiencia como un entrenamiento o un primer peldaño para conseguir sus sueños.
Saber sus limitaciones formativas.
Él debe ser consciente de cuáles son sus puntos débiles y fuertes con relación a la formación que tiene. Debe ser sincero en cuanto a sus limitaciones y hacernos conocedores de ellas. Solamente así, cuando empiece, no se frustrará e incluso buscará herramientas para mejorar sus deficiencias.
Saber sus miedos como miembro de la familia Empresaria por trabajar en la empresa.
Va a tener que relacionarse con los demás trabajadores, por lo que necesitamos saber si le asusta, o tiene vértigo de estar en una empresa donde su padre o madre es propietario. Debemos indagar con él, como piensa relacionarse con los demás trabajadores. Es momento de escucharle, no de imponerles.
Saber sus expectativas para el primer año.
No hay que ir más lejos. Estamos solamente hablando de desembarcar en la empresa en un primer momento, de probar. Por favor, no hagamos castillos en el aire. Despacito y con buena letra. Nuestro hijo o hija debe pensar en que aportar y como nutrirse de la empresa en el primer año. Si lo hacemos bien todos, será ilusión y gasolina para el futuro.
Saber limitaciones de cualquier índole que puedan haber.
Necesitamos que él y nosotros sepamos si hay otras limitaciones. Limitaciones más mundanas, pero al final del día, también limitaciones. Como, por ejemplo:
- Horarios
- Compatibilidad con estudios
- Salarios
Él y nosotros debemos saber si puede haber algo que le limite dentro de 2-3 meses. Antes de empezar, aclarar la senda.
Hablar cualquier cosa que a él le preocupe por empezar a colaborar en la Empresa Familiar.
La casuística puede ser tan amplia, que no alcanzo a imaginarlo. Pero tenlo claro; asegúrate que en esta fase se trata todo aquello que a tu hijo le puede preocupar.
(Continuará…)
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